Los edificios y las industrias son responsables de casi el 70% de todo el consumo de energía en el mundo. Si queremos limitar los efectos del calentamiento global, proteger las economías del precio volátil del petróleo y luchar por un mundo de abundancia y autonomía, necesitaremos desarrollar ideas y cambios radicales que transformen la forma en que usamos la energía.

Creemos que la combinación de generación distribuida (energía solar) y una profunda eficiencia energética permitirá a nuestra sociedad establecer sistemas de generación y venta y uso de energía muy diferentes a los actuales. Esta combinación de nueva tecnología y sistemas de gestión avanzados puede hacer todos ellos los edificios potenciales de generación de energía, y dando a los usuarios control sobre cuánto y cuándo usamos energía de una fuente en particular.

Hoy en día ya es posible crear edificios de energía neta cero, que se conecten a la red y produzcan la misma cantidad de energía que consumen, esto significa que el usuario no pagará una factura de energía, sin necesidad de subsidios.

En climas tropicales y subtropicales, creemos que la creación de diseños eficientes y la adopción de prácticas como la arquitectura bioclimática inteligente pueden hacer realidad los edificios de energía cero sin aumentar los costos. En la mayoría de los países en desarrollo, los edificios consumen mucha menos energía que sus equivalentes en Europa y Estados Unidos. Desarrollar proyectos, sistemas y políticas energéticos “tropicalizados” y apropiados significa que países como Brasil pueden seguir una línea de desarrollo mucho más eficiente, transformándolos en líderes internacionales en la lucha contra el cambio climático.